¿Será nuestra naturaleza espabilada o nuestro pico fuerte y hábil?
Es cierto que más de uno puede contar historias sobre agapornis escapados que sabían abrir su propia jaula. A mi casa llegaron así mi padre Coco y mi cuñada Schnatti, pero os digo que mi papi Coco sigue abriendo su jaula de vez en cuando, así que cuidadín.
Lo mejor es: nunca fiarse de la jaula. Es decir que hay que proteger todas las puertas y aperturas a pesar de que se "abran difícilmente". Los loritos somos muy inteligentes y lo probaremos, tenemos mucho tiempo para ello.
Se puede usar varias herramientas. Una variante barata y segura son los llaveros de plástico de toda la vida:
Con ellos (o cualquier otro mosquetón) hay que asegurar la puerte principal:
Pero también hay que tener en cuenta las puertas laterales o puertitas para comederos/bebederos:
Cuánto menos vuelo libre tengamos o echemos algo en falta (p.ej. estar separados de la pareja) es más probable que intentemos escaparnos. Por ello se puede prevenir ofreciéndonos una vida equilibrada con vuelo libre, buena dieta, compañía y distracción (juguetes, trucos, vuestra presencia).
Y aunque mucha gente diga que pájaros deben vivir en libertad, precisamente nosotros, criados en cautividad, apenas sabemos sobrevivir en la naturaleza. No encontraráamos comida, agua, estaríamos solos y si viene un depredador en ese momento débil... ojalá el escapista encuentre una casa donde lo acojan y lo cuiden bien.
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