Aquí Dr.Moppi contesta a preguntas frecuentes sobre pájaros domesticos como ninfas y agapornis. Pregunta aquí.
Para información general sobre el cuidado de agapornis y ninfas te recomiendo este artículo.

12 feb 2012

¿Puedo tener un agapornis solo?

¿Puedo tener un agapornis solo?
"Mi agapornis no necesita pareja, me tiene a mí."
¿Si le pongo una pareja a mi agapornis papillero pasará de mí?


Siempre cuando uno se decide a tener una mascota hay que saber bien de antemano qué son exactamente las necesidades de este animal.

Los agapornis también nos llamamos inseparables. En libertad, en el continente de África, solemos vivir en bandadas y dentro de ellas tenemos pareja. A pesar de que haya creencias que nos quedamos con la misma pareja toda la vida, somos bastante más liberales. No siempre somos monógamos (lo admito) y si enviudamos nos podemos consolar con otro pájaro. Me ha pasado a mí, y sigo siendo un agapornis muy contento (y sabio).



Para nosotros es importante darnos mimitos continuamente, rascandonos las cabezas, arreglandonos las plumas el uno al otro, jugar y hacer trastadas, contarnos nuestras historias y dormir junto a alguien quien nos dé calor. La pareja en sí no significa procrear ni mucho menos. También podemos convivir plácidamente con agapornis del mismo sexo, incluso con un hermanito. Apreciamos mucho la compañía de los nuestros.

La vida en bandada es lo ideal, pero si al menos tenemos a un agapornis de nuestra misma subespecie (roseicollis con roseicollis, personata con personata, etc.) con nosotros, estamos contentos.

Hay muchos humanos que creen que "su agapornis" no necesita compañía, porque tiene a su amigo humano. Puede que al principio le dedica mucho tiempo, pero ¿qué pasa si algun día ya no tendrá tanto tiempo para el pajarillo? Al nunca haber estado con otro agapornis la socialización puede ser difícil haciéndola tarde.
Un agapornis que solo ha estado con humanos puede considerarse un humano y justo entonces, cuando se siente frustrado por falta de atención, pueden aparecer patrones indeseados de comportamiento como chillidos contínuos, agresiones y autolesiones. Los humanos luego lo llaman un "pájaro arisco", pero la verdad es que es un producto humano de mantenimiento absolutamente inadecuado.

Otro mito es que ¿Si le pongo una pareja a mi agapornis papillero pasará de mí?
La respuesta es simplemente: No. Lo uno no tiene que ver con lo otro. Al revés, un pájaro equilibrado, con amigos de su especie, ejercicio a diario, buena alimentación, su baño de vez en cuando, etc. se convierte en mucho mejor amigo que el pobre agapornis papillero condenado a una vida en aislamiento. Es más, un agapornis papillero, acostumbrado a su cuidador humano, puede servir de ejemplo y guía para un agapornis salvaje, haciendo este mucho más domesticable, porque le demuestra confianza hacia los humanos. Somos tan curiosos - si uno de nosotros va a algun lado tenemos que seguirle para ver qué hay por ahí. Es que así somos.


Yo no quiero criar, ¿habrá descendencia cuando tengo a dos?
Aunque tengamos una pareja de agapornis no significa dejarlos criar indscriminadamente. Cierto, la naturaleza los incitará en el momento adecuado, pero si no tienen nido ni se deja incubar los huevos no hay por qué preocuparse. Antes de dejarlos criar no se debe olvidar nunca que pueden salir unos 7 polluelos en cada nidada y ellos necesitan también un hogar. Si no podemos velar por el bienestar de cada uno de ellos mejor que no nazcan. Hay que ser responsable.
 

¿Cómo juntar mi pájaro con su pareja?
Si te decides a buscarle una pareja a tu agapornis, tienes que seguir algunas pautas para que sea una empresa exitosa. Hay que saber que, como entre humanos, no todos los agapornis nos llevamos bien. Lo ideal es hacer parejas entre sexos: si sabes el sexo de tu agapornis, buscale un ejemplar del sexo opuesto [sexaje de agapornis]. Al no estar seguro, opta por un macho, porque machos entre sí suelen llevarse bien. Hembras pueden ser muy territoriales y resultaría bastante arriesgado, pero puede funcionar (mi sobrina Miki y hermana Alfi se llevan muy bien).

Lo ideal es adquirir una pareja que ya está hecha. Si viene un nuevo pájaro al hogar hay que tener en cuenta una cuarantena prudente (no sabemos qué enfermedades puede tener el nuevo y contagiar), teniendo al nuevo inquilino en una jaula aparte pero a la vista del otro pájaro. Así se van conociendo. Cuando sepamos que no tiene ninguna enfermedad, damos el siguiente paso: conocerse en terreno neutral, preferidamente en vuelo libre (en un entorno seguro).
Al juntarlos en la misma jaula, después de comprobar que se llevan bien, sería mejor tener una jaula muy amplia y nueva para los dos para que no haya ninguna "ventaja territorial". Es importante que sea lo más grande posible para darles la oportunidad de refugiarse en el caso de peleas. También entre parejas pueden surgir algunas indiferencias. Con sus picos fuertes se pueden hacer daño, por ello hay que estar atento siempre. Más sobre este tema aquí.


Yo vivo con mi pareja en una bandada de diez. Somos todos una gran familia pero cada parejita tiene su propia jaula. En nuestra zona de recreo y vuelo libre nos llevamos bien (es grande, podemos escapar), pero no podemos estar muchos en la misma jaula.

Dale la oportunidad a tu agaponis a vivir con uno de los suyos, estará mucho más contento y te hará más feliz a ti observándolos y jugando con ellos dos... o más :-).

PS: Por cierto, nuestras compis las ninfas también prefieren compañía de los suyos, igual que nuestros amigos los diamantes mandarines. ¡Donde cabe uno, caben dos! Chiiiiiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuu