Queridos amigos:
En el hemisferio norte está el verano a tope. Igual que a los humanos nos gusta mucho refrescar un poco nuestro plumaje. Pero en general, es muy importante que tengamos la oportunidad de bañarnos al menos 2 veces a la semana, en verano incluso todos los días.
No necesitamos gran cosa:
- un recipiente amplio y un poco hondo
- agua limpia y fresca sin aditivos (pero no más de 3-4 cm - no buceamos)
- entorno sin corrientes y preferentemente un poco de solecito después
¡OJO con las corrientes de aire!
¡OJO con las corrientes de aire!
¿Cuál es nuestro ritual? Primero probamos el agua con el pico. El frescor nos hace embolar un poco. Luego nos agachamos, mojando un poco el pecho, la cara y la barriga. Los más lanzados de nosotros incluso se meten completamente dentro, abriendo las alas para mojarse entero.
Después toca limpieza de plumaje. Nos ponemos bien las plumitas, nos rascamos contra palos y perchas (o contra nuestros humanos) y ayudamos a nuestras parejas a cuidar las plumas donde no llegan. ¡Qué gustazo! Todo esto es incluso mejor si lo podemos hacer al sol (¡Siempre ponernos sombra también!).
¿Y por qué es tan importante?
Primero es crucial para la higiene. Puede que tengamos suciedad en el plumaje o las patas y así nos la podemos quitar.
También es muy importante para mamis agapornis o ninfas cuando están criando: deben ser limpias y al entrar mojada en el nido se asegura del nivel adecuado de humedad en el nido para que eclosionen bien los huevos.
Por último, pues es un simple placer y una actividad en grupo que distrae y nos encanta.
Una cosa debe quedar claro: no se baña a los pájaros, sino nos bañamos por nuestra cuenta.
Algunos entre nosotros no quieren bañarse tanto como otros, y si se niegan demasiado, se puede optar por una "ducha" de vez en cuando. Un simple pulverizador con agua (importante, usar uno para pájaros exclusivamente con agua fresca) sirve para mojar al pájaro.
Algunos de nosotros incluso preferimos esta opción, sobre todo las ninfas, mirad:
