Nosotros, los agapornis, tenemos un carácter fuerte y alegre. Chillamos un poco, pero siempre con razón. A veces nos volvemos "ariscos" y es precisamente no por nuestra naturaleza sino porque algo va mal en nuetro entorno. Si tenemos una vida feliz y equilibrada en familia, no habrá ningún problema.
Primero nos gusta mucho llamar y tener la atención de nuestro dueño. Para poder integrar a nuestro dueño en nuestra vida pajaril, tiene que pasar activamente mucho tiempo con nosotros, un par de horas cada día. No vale tenernos aparcados en la jaula mientras que la familia se dedica a otras cosas. Necesitamos volar mucho, jugar y si os dejamos - caricias.
Si no volamos, nos ponemos de mal humor. El exceso de energía descargamos atacando por ejemplo la mano de nuestro dueño porque si esto es el único "juego" o interacción que hay, pues mejor que nada: ¡A picar!
Necesitamos tranquilidad. Si la gente suele pelearse cerca de nosotros, nos pone nervioso. Como cada niño lo pasaría mal, pues nosotros igual. Necesitamos un entorno pacífico, equilibrado y también algo de rutina.
La vida en una jaula es bastante aburrida. Necesitamos juguetes, sobre todo para usar nuestro pico fuerte. Materiales naturales como la madera o el corcho son perfectos para ello.
En el caso de agapornis papilleros la fase del destete es muy importante. Cuando aprendemos a independizarnos, a conocer el mundo y comer por nuestra cuenta, nos alejamos un poco de nuestros papis adoptivos. Es justamente el momento en el que necesitamos más atención que nunca, juego, cariño e integración. Después vendrá la "pubertad", entre los 4 y 6 meses solemos ser un poco difíciles, pero vosotros los humanos también lo sois y mucho más tiempo. En esta fase necesitamos mucho respeto y recuerda que no funcionamos en un sistema de dominancia sino de igualdad - lo que tienes que conseguir para ganar nuestros corazones es ser respetuoso e igual que nosotros :-) nada más, nada menos.
Mucha suerte, chiuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Y recordad: no hay ningún agapornis "arisco" sino solamente es la respuesta a su entorno.
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